Un falso techo o techo registrable es un elemento constructivo que se sitúa a una cierta distancia del techo original, desarrollado techo registrable generalmente mediante piezas prefabricadas, que pueden ser de aluminio, yeso laminado, escayola, acero, entre otros materiales. Estas placas se colocan superpuestas al techo a una distancia específica, siendo soportadas por unas estructuras metálicas en la mayoría de los casos.

Cada vez es más frecuente el uso de los falsos techos registrables. Este tipo de instalaciones se utilizan muy a menudo en oficinas, negocios, áreas comerciales o nuevos almacenes.

Su montaje es muy sencillo, económico y rápido. Resulta notablemente rentable montar un techo registrable frente al sistema tradicional. Oculta totalmente las instalaciones eléctricas, las tuberías, conductos de ventilación, aire acondicionado o calefacción, etc… permitiendo el acceso a éstas si fuese necesario. El techo original queda cubierto por el nuevo techo registrable, si el techo presenta grietas, humedades o tuberías antiguas queda totalmente oculto a la vista. Las cualidades de perdurabilidad de los materiales de estos sistemas son excelentes, por ello resisten bastante bien el deterioro del tiempo y el uso. Reducen la altura hasta el techo. Con esto conseguimos disminuir la cantidad de aire en la habitación, y con altas o bajas temperaturas el consumo de energía para adecuar la temperatura de la habitación será menor. Es un aislante acústico y térmico.